Totalmente como pez fuera del agua. Totalmente. Con una
incomodidad encima que resultaba más que evidente. ¿Qué coño estaba haciendo yo
en ese sitio? ¿A qué había ido? Incomodidad, mucha incomodidad.
La sensación no dejaba de tener su lógica. A mí no se me
había perdido nada en aquel gimnasio.
Gimnasio tiene algo que ver con desnudez. Creo que los
griegos llamaban “gymnetes” a los que no tenían armadura o algo así. Vamos que
era casi como si fuesen en pelotas a las batallas. Al parecer también llamaban
así a una tribu de Iberia cuya característica principal era ir en pelota
picada. Sana costumbre en verano, cierto, pero no tanto a partir de septiembre
que empieza a rascar lo suyo. Y en el Valle del Ebro, ni te cuento.