Cayo Suetonio Paulino
El gobernador de Britania, Cayo Suetonio Paulino mira hacia el Oeste. Mira más allá de los alojamientos de los legionarios y del vallum que circunda el acuartelamiento. A su lado hay un centurión ya entrado en años. Quizá sea más viejo que el propio gobernador. Desde luego, su rostro está tan curtido que parece estar hecho con el mismo cuero que cubre los escudos. Sostiene en la mano izquierda la vara de vid, símbolo de su cargo. Muchos centuriones prefieren dejarla en sus alojamientos, pero éste es de la vieja escuela.
-¿Cuántos años llevas en la legión? –pregunta Suetonio Paulino.
-Pronto hará cincuenta, señor.
lunes, 4 de julio de 2011
viernes, 1 de julio de 2011
Ejercicio
(Fragmento de la novela "Cajas de guerra", tercera de la trilogía "Acero del Rey")
El tercio de Juan Arévalo de Sotomayor estaba listo. Durante toda la jornada, para desesperación de los milites, las compañías habían evolucionado sobre la llanura, cargaron y contra cargaron, formaron cuadros defensivos erizados de picas en el frente, se desplegaron en mangas y se replegaron el orden. Los capitanes gritaban las órdenes a sus sargentos y estos las aullaban a la tropa.
¡Arma prevenida!
Y los piqueros aferraban el astil de las picas y, con movimientos precisos encaraban un erizo de puntas de hierro frente a las cornetas de caballería que cargaban sobre ellos.
¡Mangas de arcabuces en las alas! ¡Coseletes al frente! ¡Hueco para los mosquetes!
Y se disparaba alguna salva sin bala; no muchas, porque la pólvora no abunda tanto como uno quisiera, pero sí las suficientes para impresionar al cada vez más nutrido público que salía al llano a ver el ejercicio.
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