Muy viejo estoy; y hoy los mozos
ya no sois de nuestra pro
ni entendéis como nosotros
los deberes y el honor.
Pasan años, cambian vidas
y todo, a mi alrededor,
por disimular lo que es,
se asombra de lo que soy;
no es mi sangre, no es mi gente,
no es mi mundo este en que estoy;
si amargado lo abandono,
no me pidáis la razón.
E. Marquina
No hay comentarios:
Publicar un comentario